Insuficiencia renal aguda
Insuficiencia renal aguda (IRA)
Es un síndrome clínico bastante importante, que puede mandar a una mascota directo a hospitalización, causando bastante preocupación en los propietarios. Se le conoce como IRA al descenso brusco de la tasa de filtración glomerular (TFG) esta es el volumen de fluido filtrado por minuto dentro del glomérulo renal, el cual es la unidad funcional del riñón. Esta disminución de TFG puede ser causada por razones toxicas (80% de los casos) o una lesión isquémica (menor llegada de volumen sanguíneo a cierto órgano, en este caso al riñón). En casos sin atención médica la IRA puede llegar a ser mortal en hasta el 35% de los casos.
El glomérulo renal es el encargado de filtrar la sangre, así eliminando desechos metabólicos de todas las células del cuerpo, iones como sodio (Na) y potasio (K) y grandes proteínas como la hemoglobina y la glucosa. La forma de eliminación de todos estos componentes es por la orina, la cual está va a ayudarnos a excretar todos los desechos del cuerpo, cuando todo funciona adecuadamente el equilibrio metabólico nos permite seguir viviendo sin problemas; pero cuando por alguna razón la TFG baja los desechos quedan dentro del cuerpo y comienzan a intoxicar tejidos y células, causando desde problemas hidrostáticos o problemas neurológicos, hasta la muerte.
Las razones más comunes de intoxicación renal son:
- Agentes terapéuticos (como algunos antibióticos, antiparasitarios, des inflamatorios y analgésicos)
- Metales pesados (como plomo o mercurio)
- Compuestos orgánicos (insecticidas y productos para fumigación)
- Toxinas (como las de serpiente o arañas o abejas)
- Desordenes electrolíticos propios del paciente
Las razones más comunes de lesiones isquémicas son:
- Shock (hemorragias, deshidrataciones)
- Enfermedades cardiacas
- Hipotensión renal
- Anestesia/cirugía amplia
- Traumatismos
- Quemaduras
- Trombosis
- Enfermedades autoinmunes
Detectar IRA de forma prematura es muy difícil si no que hasta prácticamente imposible, ya que existen muchos glomérulos que compensan el trabajo de otros; cuando detectamos la enfermedad es porque al menos el 70% de estos ya no está trabajando adecuadamente. La orina la encontraremos con una concentración baja de solutos (hipostenuria) existirán signos clínicos como polidipsia (excesiva toma de agua) poliuria (excesiva orina) letargo, depresión, anorexia, aliento urémico, entre otros. El tratamiento es el mantenimiento de la filtración, ayudando al glomérulo a hacer su trabajo, esto se logra diluyendo la concentración sanguínea preexistente con ayuda de fluido terapia.
Para finalizar es altamente recomendable estudios de imagenología como ultrasonido y radiografías, para descartar el diagnostico presuntivo de azotemia postrenal, como litiasis (piedras); análisis de laboratorio para descartar azotemia prerenal como leptospirosis o insuficiencia hepática.